En esta excelente presentación tenéis imágenes, textos y enlaces sobre el liberalismo político: la independencia de los EE.UU. y la revolución francesa (Tema 1. La crisis del Antiguo Régimen) ya vistos, y que podéis repasar de una manera visual. Además de usar esta presentación para introducirnos en las distintas revoluciones que marcan el s. XIX: 1820, 1830 y 1848. Así como la indepedencia de la América colonial española y por supuesto los movimientos nacionalistas y consiguientes unificaciones de Italia y Alemania que culminan en el último tercio del s.XIX (1870).
El Himno alemán es uno de los símbolos de la Gran Alemania construida a partir de la 2ª mitad del s. XIX.Das Deutschlandlied (La Canción de Alemania) o Das Lied der Deutschen (La canción de los alemanes).La melodía proviene del "Kaiserlied" compuesto por Joseph Haydn en 1797, como himno oficial ("Gott erhalte Franz, den Kaiser").
El Himno italiano es el símbolo de una Italia que va a luchar por su unidad contra Austria en el Norte de Italia en otoño de 1847,Goffredo Mameli escribió el texto de Il Canto degli Italiani.Responde al más puro estilo italiano musical el denominado Fratelli de Italia
El coro de los esclavos de la ópera Nabucco de Verdi estrenada en 1842 en un momento en que buena parte de Italia estaba sometida a la dominación austriaca es considerado por los italianos como un canto contra la opresión extranjera que vivían. Sigue siendo un símbolo del nacionalismo en Italia; cuando se representa la ópera lo escuchan puestos en pie y terminan con el grito ¡Viva Italia! (si escucháis lo oiréis al final del vídeo)
“¡Vuela pensamiento, con alas doradas,
pósate en las praderas y en las cimas
donde exhala su suave fragancia
el aire dulce de la tierra natal!
¡Saluda a las orillas del Jordán y a las destruidas torres de Sión!
¡Ay, mi patria, tan bella y abandonada!
¡Ay recuerdo tan grato y fatal!
Arpa de oro de los fatídicos vates [adivino, poeta],
¿por qué cuelgas silenciosa del sauce?
Revive en nuestros pechos el recuerdo,
¡háblanos del tiempo que fue!
Canta un aire de crudo lamento al destino de Jerusalem,
o que te inspire el Señor una melodía
que infunda virtud al partir.”
Frente a los principios del Congreso de Viena, que estableció un nuevo mapa de Europa basado en la legitimidad dinástica, se alzó el nacionalismo, que surgió ligado al romanticismo. El movimiento romántico defendía el valor de la libertad individual y reivindicaba la identidad nacional y el derecho de los pueblos a elegir su propio destino. Consideraba el “espíritu” del pueblo como algo vital que se manifestaba en la existencia de una cultura y unas tradiciones comunes. El romanticismo tuvo una gran importancia en la literatura y en el arte: grandes novelistas como Balzac, Dickens, Pérez Galdós o Dostoiesvski criticaron las condiciones en que vivían las clases sociales menos favorecidas; y artistas como Goya, Delacroix o Gericault crearon cuadros patrióticos y de exaltación revolucionaria, de gran luminosidad y colorido, en los que defendían los nuevos principios de libertad. Músicos como Beethoven Verdi o Wagner reivindicaron la libertad y los principios revolucionarios contra toda forma de opresión.