"Eppur si muove..." Y sin embargo, algo se mueve...

La abdicación de Juan Carlos I.
La abdicación de Juan Carlos I.

Al margen de análisis en caliente sobre la trascendencia política, más bien institucional y de consideraciones a favor o en contra que durante estos días los medios de información (El País, El Mundo) van a destacar. No es la primera ocasión que un monarca español abdica, por diferentes motivos, pero al fin y a la postre, cede el testigo como sus antecesores reales (Isabel II, Amadeo de Saboya y su abuelo Alfonso XIII). Desde aquí solo añadir que, parece que se puede replantear un nuevo panorama en el modelo institucional del país, ya que este monarca fue elegido por el dictador Franco y sin ser consultado el pueblo. Vivimos en democracia, y la naturaleza de súbditos, acabó con el Antiguo Régimen, pero aún así hay voces, conservadoras que bajo la excusa de una supuesta "estabilidad institucional" van a argumentar a favor de mantener una "transición" tranquila al trono.

Desde otros ámbitos,más acordes con los tiempos actuales, se clama por un derecho de elección o al menos de consulta sobre que tipo de sistema político decidimos los españoles: Monarquía o República. Al margen de debates encendidos sobre si es oportuno o no, parece ser que el pueblo español ya es maduro, casi 40 años de democracia lo avalan para decidir soberanamente su máxima institución. En definitiva, "eppur si muove" (y sin embargo algo se mueve...).

La crisis económica ha agitado la profunda desafección por los partidos políticos "tradicionales",la "partitocracia" y las tramas de corrupción y "clientelismo", pervivencias del tardofranquismo se han mantenido durante este siglo en nuestro país. La crisis institucional es más que evidente, a la que se unen  las "viejas "disensiones nacionalistas" (catalanas y vascas). En resumen, un nuevo escenario político institucional debe consolidarse, las generaciones de la transición española deben dejar paso a movimientos más democráticos, plurales, soberanos y transparentes...parece ser que la ciudadanía, en el sentido político del término pide paso. Confiemos que el ajuste sea sereno, democrático y al menos escogido por los ciudadanos.