LA BAJA EDAD MEDIA EN DESARROLLO DE TEMA.

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LA BAJA EDAD MEDIA EN PRESENTACIÓN.


CUESTIÓN HISTÓRICA:La Corona de Castilla en el siglo XIII: organización política y expansión territorial

La Corona de Castilla se forma tras la unión definitiva de los reinos de Castilla y de León, en el año 1230, bajo el rey Fernando III el Santo. En el año 1212, la alianza entre los reyes Alfonso VIII de Castilla, Pedro II de Aragón y Sancho VII de Navarra, alcanzó una gran victoria sobre los almohades en la batalla de las Navas de Tolosa. Este hecho hizo posible que en los años siguientes los castellanos conquistaran el valle del Guadalquivir.Así, Fernando III ocupó Córdoba, Jaén y Sevilla, y su hijo, Alfonso X, Niebla y Cádiz.

La Corona de Castilla contaba con unas instituciones de gobierno similares a las de los otros reinos cristianos de la península. Las principales era:

 

• La monarquía: el rey tenía el poder supremo y podía declarar la guerra, promulgar leyes, impartir justicia y acuñar moneda.

 

• Las Cortes: en un principio reunían a los tres estamentos (nobleza, clero y estado llano), pero pronto los dos primeros dejaron de asistir y quedaron constituidas sólo por representantes de las ciudades. En Castilla, sólo tenían funciones consultivas: aprobaban el pago de impuestos y presentaban peticiones al rey.

 

• Los municipios: tenían cierta autonomía. En su origen se regían por concejos abiertos en los que participaban todos los vecinos, pero luego se formaron cabildos (ayuntamientos), que cayeron bajo el control de la nobleza y de los burgueses más ricos. Para evitar abusos, los reyes enviaron representantes, llamados corregidores.

PRESENTACIÓN DE ORGANIZACIÓN DE CASTILLA.


En el solar que ocupa la Cáceres actual ya estuvieron asentadas diversas poblaciones durante el Paleolítico Superior. Los restos más antiguos de ocupación humana son una serie de pinturas rupestres y útiles hallados en la Cueva de Maltravieso.
En tiempos de los romanos, hacia el año 25 a.C., se funda una colonia, denominada Norbensis Caesarina, nombre debido al procónsul Caius Norbanus Flaccus. Tras la caída del imperio romano, la etapa visigoda nos resulta una incógnita, debido a la escasez de fuentes. Sí sabemos que las luchas familiares y políticas entre Leovigildo y Hermenegildo afectaron a la colonia de Norba, que debió empezar un periodo de decadencia.
La invasión musulmana hace que la población pase a llamarse Al-Cazires o Quazris, constituyéndose en un importante baluarte en la lucha contra los cristianos. Durante la Reconquista, Cáceres es objeto de fuertes disputas. En 1166 es temporalmente tomada por Geraldo Sempavor. En 1169 es conquistada por Fernando II de León y, un año más tarde, se fundan los Fratres de Cáceres, orden de caballeros cuya misión es defender la fortaleza.
En el año 1173 pasa de nuevo a manos musulmanas, conquistada por Abú Ya'qub. Éste ordena reconstruir sus murallas sobre los restos de los antiguos muros romanos. El 23 de abril de 1229 Alfonso IX conquista definitivamente la ciudad para los cristianos, siendo incorporada al reino de León. A partir de este momento, leoneses y castellanos se disputarán la posesión de la villa, confrontación que terminará con la unión de ambos reinos. La ciudad cristiana crece a medida que se va alejando la frontera de la guerra con los musulmanes: se edifican palacios y casas solariegas, principalmente en torno a la Plaza de Santa María y la Plaza de San Mateo, gracias a la llegada de gentes del norte peninsular.
Durante la guerra civil castellana, las familias nobles se dividen entre los que apoyan a Juana y los que apoyan a Isabel. El triunfo de ésta tendrá como represalia que las torres de las casas y palacios de los seguidores de Juana sean desmochadas.
El Cáceres medieval no puede entenderse sin tener en cuenta a su importante judería. Existe un barrio judío intramuros, ahora llamado "Judería Vieja". Y también un importante contingente mudéjar, cuya mejor muestra es la llamada Casa Mudéjar, del siglo XIV.
El esplendor de Cáceres llegará durante los siglos XV y XVI, especialmente durante el reinado de los Reyes Católicos y Carlos V. El arribo de tesoros americanos -no debemos olvidar el hecho de que muchos conquistadores fueron extremeños- favorece el desarrollo de Cáceres. En consecuencia, surgen buena parte de los palacios y casas señoriales que podemos apreciar en la actualidad, todos ellos de marcado estilo renacentista, como el Palacio de los Toledo-Moctezuma, reformado con oro mejicano a finales del siglo XVI por los descendientes (Juan Cano Moctezuma), de la princesa azteca Isabel de Moctezuma y su esposo Juan Cano Saavedra.
En 1780 Cáceres es favorecida por su designación como sede de la Real Audiencia en 1780. Durante el siglo XIX vive una existencia tranquila, sólo perturbada por el paso de la expedición carlista del general Gómez, en 1836. Unos pocos años antes, en plena remodelación administrativa de España, había sido nombrada capital de la Alta Extremadura.
Ciudad Patrimonio de la Humanidad y una de las que cuenta con mayor patrimonio histórico-artístico de Europa, en Cáceres podemos ver un nutrido conjunto monumental. Del siglo I es el Arco del Cristo, construcción romana. Los árabes dejaron la Torre de Bujaco, el Arco de la Estrella o la Torre Desmochada. La iglesia de Santiago fue construida entre los siglos XII y XIII, siendo reconstruida mucho más tarde. También del XIII es su espléndida Concatedral de Santa María, reconstruida en los siglos XV y XVI, así como el Palacio Episcopal, éste con modificaciones realizadas hasta el siglo XVII.
Del siglo XIV son las iglesias de San Mateo, con reformas en los siglos XVI y XVIII, o la Casa de Los Mayoralgo. Mayor representación artística dejaron el siglo XV y su sucesor, el XVI: la Torre de las Cigüeñas, las casas del Sol, del Molino, de los Pereros, del Mono, de los Golfines de Abajo o de los Carvajal.
No podemos dejar de citar a la Casa de los Ovando, renacentista, de los siglos XVI-XVII; o el Convento de Santa Clara, barroco, o la Iglesia de San Francisco Javier, del siglo XVII.

Extremadura, tierra de castillos.

Los castillos, atalayas de Extremadura.
Los castillos, atalayas de Extremadura.

Los castillos de Extremadura, en sus dos provincias, como tierra de frontera", más allá de los límites del río Duero (ese es el significado del nombre, alejado de supuestas connotaciones "climáticas"), constutiuyen una muestra del rico patrimonio medieval y de los primeros años del Renacimiento, de nuestra región. La singularidad de las fortificaciones y la localización particular de cada uno de ellos, los convierten en los más destacados de la riqueza histórica artística de nuestro país. Con multiples posibilidades económicas -de aprovechamiento turístico- pero algunos de ellos abandonados por propietarios y autoridades públicas, dado el elevado coste de mantenimiento. En fin, un legado a la espera de una posible mejora económica.(El periódico Extremadura, 27 de Abril de 2014).